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La crisis en el modelo mutualista de MUFACE da un nuevo giro. El pasado viernes, la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado anunció la suspensión del plazo de presentación de ofertas para la segunda licitación del concierto sanitario 2025-2027, que expiraba el próximo 27 de enero. Esta decisión, publicada en la Plataforma de Contratación del Sector Público, responde a la necesidad de modificar las condiciones de los pliegos para atraer a las aseguradoras.
En un comunicado oficial, MUFACE explicó que la medida se enmarca en la Ley de Contratos del Sector Público y que se establecerá un nuevo plazo para la presentación de ofertas. Mientras tanto, la mutualidad ha garantizado que todos los mutualistas, tanto titulares como beneficiarios, seguirán recibiendo la misma asistencia sanitaria en virtud de las órdenes de continuidad del servicio dictadas por la Mutualidad.
El regreso de Adeslas al proceso
Horas después del anuncio, se conoció que el Ministerio de Función Pública ha iniciado negociaciones con Adeslas, una de las principales aseguradoras que había rechazado participar en la licitación. Según fuentes cercanas al proceso, Adeslas ha aceptado volver al procedimiento, lo que supone un paso importante para desbloquear la situación.
Sin embargo, aún no se ha determinado una nueva fecha para la licitación ni se conocen los detalles de las modificaciones que se introducirán en los pliegos. El Gobierno busca ahora alcanzar un acuerdo que permita garantizar la sostenibilidad del modelo mutualista, que da cobertura sanitaria a más de 1,5 millones de funcionarios y sus familias.
¿Qué implica esta suspensión?
La suspensión del plazo de presentación de ofertas refleja la complejidad de la situación. Las aseguradoras han insistido en que las condiciones económicas actuales no son sostenibles, incluso tras el incremento del 33,5% en las primas ofrecido en la segunda licitación. La decisión de renegociar los pliegos podría incluir un aumento adicional en las primas o la introducción de cláusulas que reduzcan los riesgos financieros para las compañías.
Mientras tanto, la incertidumbre persiste entre los mutualistas, que temen que el modelo mutualista pueda colapsar si no se alcanza un acuerdo. La posibilidad de que los mutualistas sean transferidos al sistema público de salud sigue siendo una preocupación latente, aunque el Gobierno ha reiterado su compromiso de mantener el modelo actual.
Próximos pasos
Con Adeslas de nuevo en el proceso, el Gobierno tiene la oportunidad de avanzar hacia una solución que permita mantener el sistema mutualista. Sin embargo, aún queda por ver si otras aseguradoras, como DKV y Asisa, también reconsiderarán su postura.
La Mutualidad deberá anunciar próximamente un nuevo plazo para la presentación de ofertas, una vez se hayan modificado los pliegos. Las próximas semanas serán clave para determinar si el modelo mutualista puede superar esta
