Cuenca no volvió a ser la misma tras aquel verano de 2015. La desaparición y posterior hallazgo de los cuerpos de Laura del Hoyo, de 24 años, y Marina Okarinska, de 26, marcó un antes y un después en la conciencia colectiva de una ciudad que vivió con angustia, rabia y dolor uno de los crímenes más atroces de su historia reciente.
Ambas jóvenes fueron asesinadas por Sergio Morate, expareja de Marina, quien fue condenado a 48 años de prisión por el doble homicidio. Morate las privó no solo de la vida, sino también del futuro que ambas estaban construyendo con ilusión. Laura soñaba con abrir su propia peluquería y centro de estética; Marina quería recorrer el mundo y descubrir nuevas culturas. Sus proyectos se vieron truncados brutalmente a manos de alguien que intentó borrar las huellas del crimen usando cal viva y ocultando los cuerpos en una zona cercana al río Huécar.
El hallazgo de sus cuerpos el 6 de agosto, tras días de búsqueda desesperada, conmocionó a toda España y dejó una herida profunda en el corazón de Cuenca. El juicio posterior reveló detalles estremecedores y confirmó la frialdad y premeditación con la que se ejecutó el doble crimen.
Hoy, diez años después, Laura y Marina siguen presentes en la memoria de los conquenses. Sus nombres resuenan con fuerza cuando se habla de justicia, de memoria, de violencia machista. En cada acto de recuerdo, en cada flor depositada, en cada conversación que aún revive su historia, Cuenca reafirma su compromiso con la dignidad de las víctimas.
No se trata solo de mirar al pasado. A una década del crimen, recordar a Laura y Marina también es mirar hacia el futuro con responsabilidad. Es exigir justicia real y efectiva, es rechazar la violencia en todas sus formas y es, sobre todo, mantener viva la memoria de dos jóvenes que merecían todo y a las que la violencia arrebató demasiado pronto.
Hoy, como hace diez años, Cuenca las llora. Pero también las recuerda con cariño, con respeto y con la firme determinación de no permitir nunca el olvido. Porque Laura y Marina no son una estadística: fueron, son y serán parte de la historia de esta ciudad. Justicia y memoria. Siempre.