Síguenos:

¿Por qué debes esperar antes de subir al coche en verano?

Un estudio revela la presencia de gases tóxicos en el interior de los coches expuestos al sol, planteando preocupaciones sobre la salud de los conductores y pasajeros.

Redacción - 11/5/2024
Imagen principal de la noticia

El verano trae consigo más que solo altas temperaturas. Un estudio reciente ha arrojado luz sobre los riesgos asociados con entrar en un coche expuesto al sol durante largos períodos. Además del sofocante calor interior, se ha descubierto la presencia de gases dañinos para la salud humana, presentes en el 99% de los vehículos estacionados al sol.

Este sábado, en el programa Fin de Semana de Cope con Cristina López Schlichting, el profesor Javier Jiménez ha explicado que aunque la presencia de estos gases no es motivo de alarma inmediata, la exposición prolongada puede plantear riesgos para la salud. Jiménez, experto en química ambiental de la Universidad de Barcelona, destaca que estos compuestos, si bien son comunes en el ámbito doméstico, pueden volverse peligrosos en concentraciones elevadas.

Para mitigar estos riesgos, es fundamental ventilar el vehículo antes de entrar, abriendo las puertas, encendiendo el aire acondicionado y esperando unos minutos para que la temperatura interior descienda. Esto es especialmente importante dado que la temperatura en el interior de un vehículo estacionado al sol puede alcanzar hasta 60 grados.

Retardantes de la llama

Los retardantes de la llama presentes en los materiales de tapicería, como las espumas y las pieles, son los principales responsables de la emisión de estos gases. Aunque son necesarios para prevenir incendios, su volatilidad aumenta con el calor, liberando compuestos potencialmente peligrosos en el habitáculo del vehículo.

No obstante, Jiménez ha querido restar importancia a esta circunstancia evitando generar alarmismo, ya que según ha explicado, no suelen llegar a producirse altas concentraciones de estos compuestos.

Lo que está claro es que tomarse unos minutos antes de entrar en el coche, al menos puede evitarnos que nos quememos las manos con el volante.

Contenido archivado en:
Estudios
Síguenos en: