En redes sociales uno se encuentra de todo, pero hay historias que brillan con luz propia. Así es la de Iciar, una joven asturiana que ha conquistado nuestros corazones con una decisión tan valiente como inspiradora: dejar su trabajo en Madrid para volver a su tierra, Gijón, y apostar por un proyecto familiar lleno de amor y futuro.
“Sentía que necesitaba parar, volver a conectar con lo importante. Madrid me ha dado muchísimo, pero ahora era el momento de volver.”
Después de cuatro años en la capital, Iciar ha pedido una excedencia de un año para dedicarse en cuerpo y alma a Cowper Hall, la tienda de ropa de su madre en la calle Libertad 24. Un comercio de toda la vida que ahora se prepara para dar el salto al mundo digital. ¿Su misión? Crear la tienda online, gestionar las redes sociales, grabar contenido y aplicar estrategias de marketing para que el negocio llegue a más personas.
La idea surgió de una de esas conversaciones madre e hija, entre números y cafés. Al principio, su madre se quedó en shock —quién no—, pero pronto entendió que detrás de aquella propuesta había pasión, ganas y una conexión emocional imposible de ignorar.
“Nos sentamos, le propuse el plan y aunque al principio se quedó bloqueada, pronto le encantó la idea. Y aquí estamos, a tope con todo.”
Desde que compartió su historia, Iciar no ha parado. Ya la hemos visto en sus redes sociales visitando proveedores en Bilbao, eligiendo colecciones para la temporada primavera-verano 2026, mostrando el día a día del negocio y creando comunidad. Más de 5.000 nuevos seguidores en apenas dos semanas lo confirman.
“Las redes nos están ayudando muchísimo, sobre todo a llegar a mujeres de entre 45 y 65 años, que son nuestro público principal. Esto ya no va solo de gente joven.”
Cowper Hall no es una tienda cualquiera. Es un comercio con alma. Un lugar donde madres, hijas e incluso abuelas encuentran ropa con estilo y tallas inclusivas —hasta la XXXL—. Todo con un trato personalizado, honesto y cercano.
“Mi madre no vende por vender. Si algo no queda bien, lo dice. Queremos llevar esa atención también al canal online.”
La rutina de Iciar arranca a las 7:30 de la mañana, con un desayuno sano y una carrera por el muro de la Playa de San Lorenzo. A partir de ahí, jornadas maratonianas que combinan logística, asesoramiento fiscal, grabación de contenidos y atención a clientas.
“Estoy aprendiendo de todo: edición de vídeo, email marketing, gestión de tiempos… y sobre todo a tener paciencia, que me cuesta.”
Uno de los momentos más emocionantes para ella ha sido ver cómo su primer vídeo se hacía viral, con cientos de miles de visualizaciones y decenas de mensajes de apoyo. Incluso han parado a su madre por la calle.
“Todavía estoy en shock. La respuesta ha sido brutal. Gente que quiere ayudarnos, que nos anima, clientas de toda España que nos han conocido por ahí... Es muy bonito.”
Pero si hay algo que emociona especialmente a Iciar es poder compartir este camino con su madre.
“No sé cómo explicarlo. Trabajar con ella me encanta. Tenemos mucha complicidad, nos llevamos genial… y me encantaría que esto funcionara para poder seguir muchos años juntas.”
Desde LVD Magazine no tenemos dudas: cuando un proyecto nace del corazón, tiene todas las papeletas para triunfar. Iciar ha vuelto a casa con una idea clara y una energía arrolladora. Y aunque el camino del emprendimiento es duro y lleno de incertidumbres, ella ya ha hecho lo más importante: dar el primer paso.
“La vida es muy corta como para quedarse con la duda del ‘¿y si…?’ Si lo estás pensando, plantéatelo en serio. Si sale bien, genial. Y si no, te llevas una experiencia brutal que vale muchísimo.”
¡Gracias, Iciar, por recordarnos que volver también puede ser empezar!
¿Quieres seguir el proyecto de Iciar y Cowper Hall?
📍 Calle Libertad 24, Gijón
📲 Instagram: @cowperhall
¿Qué fue lo más difícil de dejar Madrid?
La gente, sin duda. En Madrid dejo a amigos que echo y echaré de menos, aunque como les digo, iré de visita muy a menudo y ellos tendrán siempre en Gijón a alguien esperándoles con los brazos abiertos.
¿Qué es lo que más echabas de menos de Gijón?
La familia y el estilo de vida. Soy una persona tranquila, muy familiar y casera. Poder correr y terminar dándome un baño en el mar o ir a caminar por la naturaleza y todo a 10 minutos de casa es una maravilla. Para mí ese tipo de planes y una vida tranquila (aunque también alguna fiesta), sin prisas ni estrés es calidad de vida.
¿Qué está siendo lo más complicado?
Saber qué pasos seguir. No tengo a nadie de referencia y, aunque hay muchas cosas que sé que tengo que hacer por el trabajo que hacía en Madrid, surgen temas y tareas que son nuevas para mí y que voy descubriendo.
¿Qué tiene de especial Cowper Hall?
El tipo de artículo que vende. Nuestras marcas (la mayoría españolas) las compra una madre y una hija, e incluso una abuela. También ofrecemos tallas grandes (hasta la XXXL) y mucha gente nos dice que no encuentra ropa así en otros sitios.
Y, por supuesto, la atención personalizada. Queremos que las clientas online también puedan tener este servicio.
¿Qué marcas o estilo ofrecéis?
La mayoría son marcas españolas o europeas (Bélgica, Dinamarca, Francia). Todas cumplen la regla de las tres “C”: cómodas, de calidad y con carácter.
¿Cómo ha reaccionado la clientela habitual?
Fenomenal. Apoyan mucho el comercio local y les encanta el proyecto. Hemos creado una comunidad preciosa, también con nuevas clientas que han llegado a través de las redes.
¿Crees que las redes ayudarán a llegar a gente joven?
Sí, pero sobre todo nos están ayudando a llegar a mujeres entre 45 y 65 años, que son nuestro público principal. Las redes ya no son solo para adolescentes.
¿Qué estás aprendiendo en este proceso?
De todo: desde temas técnicos (email marketing, métricas, logística…) hasta cosas más personales como tener paciencia.
¿Alguna anécdota que te haya marcado?
Mi vídeo de presentación. Se ha hecho viral y sigo en shock. Me han escrito personas para ayudar, para trabajar conmigo, han parado a mi madre por la calle… y muchas clientas han venido a la tienda tras ver el vídeo.
¿Qué sientes al trabajar con tu madre?
Es difícil de explicar. Estoy encantada. Tenemos mucha complicidad y me encantaría seguir muchos años con ella.
¿Qué consejo darías a quien quiere emprender en su ciudad?
La vida es muy corta para quedarse con la duda. Si te lo estás planteando, es que en el fondo quieres. Analiza tu situación y, si es viable, lánzate. Aprenderás muchísimo, salga como salga.
¿Te ves quedándote en Gijón?
Me veo y quiero, pero depende de que el proyecto funcione. Si va bien, mi vida está, en principio, en Gijón.